Elijan un destino desconocido para ambos, así cada lugar al que vayan será nuevo para ustedes y en un futuro podrán recordar que lo conocieron juntos; además la idea de ir a algún lugar que jamás han visitado, los llenará de intriga y emoción, más de la que ya tendrán por el simple hecho de ser su luna de miel.
Reserven una suite para su primera noche de bodas: sin importar lo que cueste, la idea de sentirse consentidos la primera noche que pasarán juntos, es algo que las parejas jamás olvidan y es darle la importancia que se merece a lo que están viviendo.
Transformen el cuarto de la primera noche y si es posible de las demás, en un escondite para enamorados. Llénenlo de velas aromáticas para disminuir el estrés que vivieron durante la organización de su boda; pidan flores y frutas frescas al cuarto, coloquen incienso y siéntanse como en el paraíso junto a la persona que aman.
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